Al final de una de tus clases, la profesora te da una tarea que deberás entregar la siguiente semana. ¿Qué haces? Obvio: vas a la biblioteca, buscas la bibliografía que sugirió, sumas información que bajas de algunas páginas especializadas que existen en internet y listo: haces el trabajo.
Tu profesora hizo lo mismo para preparar la clase: seleccionó el tema, buscó información y te la presentó de manera adecuada, incluso con un video que te pareció muy interesante.
Ahora imagina que eres un profesor de una escuela pública. Seleccionas el tema de tu clase… y ahí comienzan los problemas porque no hay bibliotecas a las que puedas recurrir y no tienes mucho tiempo ni recursos para ir a una cabina de internet a “bucear” en el océano de información. Al final, las pocas referencias que encuentras te permiten complementar lo que está escrito en el libro que tienen los alumnos. Así, no te mirarán con cara de “¿por qué me cuentas lo mismo que puedo leer aquí?”.
A esta realidad decidieron enfrentarse un grupo de estudiantes y docentes de la especialidad de Historia, quienes en el año 2009, y bajo la conducción del profesor Jesús Cosamalón, se inventaron “Historia para Maestros” una iniciativa que pretende acompañar a los docentes de historia de las escuelas públicas en su tarea de preparar las clases.
La Historia de la Historia
El punto de partida se sitúa en una investigación que buscó conocer la percepción de maestros y estudiantes de dos colegios de San Miguel sobre la historia de la Independencia del Perú. El hallazgo principal fue que existía una distancia significativa entre la historiografía reciente y el discurso que los maestros exponen en sus clases; ¡era una distancia mas grande que la que separa a la PUCP de dichos colegios! Los profesores explicaron esta brecha afirmando que la Universidad no cumplía con la responsabilidad de divulgar los nuevos conocimientos en las escuelas. Desde su punto de vista, la Universidad estaba de espaldas al magisterio nacional.

Profesoras participantes del proyecto en Independencia
Los historiadores PUCP decidieron tender un puente que acorte esas distancias y se inventaron un espacio de trabajo en el que se encuentren las demandas temáticas de los profesores y la información que sobre dichos temas puedan preparar los estudiantes de la especialidad. Así se creó el blog “Historia para Maestros”, lugar virtual en el que los docentes de las escuelas pueden encontrar y descargar información validada que los oriente en la preparación de sus clases. Esto facilita enormemente su labor y les brinda seguridad por la certeza que tienen de estar recurriendo a fuentes confiables. Para conocer el blog, haz click aquí.
Creciendo en Independencia
La iniciativa nació en San Miguel pero fue creciendo, literalmente, en Independencia. Y es que los nuevos colegios a los que se llegó en el 2011 están ubicados en aquel distrito de nuestra Lima Norte. Se han hecho muchas cosas (la cronología del proyecto la puedes leer aquí), todas muy interesantes y aleccionadoras. Las satisfacciones provienen de todos lados (docentes y estudiantes de los colegios en los que se trabajó y de la PUCP), tal como lo puedes ver en los testimonios que presentamos.
Hoy, la experiencia también gana en madurez e independencia al ser acogida por el Instituto Riva Agüero, el cual, tal como nos lo contó el profesor Juan Carlos Crespo (docente que hoy acompaña el proyecto desde su curso Deontología e Historia), tuvo una idea similar hace muchos años atrás y que ahora puede reeditar desde la iniciativa de los historiadores.
«Hay que buscar a los profesores»
Jesús Cosamalón es docente asociado del Departamento de Humanidades y el iniciador del proyecto. Actualmente ya no está a cargo pero, como el mismo dice, “sigo vinculado sentimentalmente a él”
La experiencia que impulsó le confirma la importancia de trabajar con los docentes de las escuelas públicas. “Yo he sentido mucha soledad en los maestros. Los lanzan a enseñar historia, les cambian la currícula, les dicen que tienen que enseñar esta cosa nueva y por ahí que les dan un curso para actualizarlos, pero no tienen una asesoría a la cual puedan recurrir. No hay un sistema de bibliotecas públicas en el Perú que valga la pena para que un maestro pueda preparar bien sus temas. Está solo”. Sin embargo, “son los encargados de formar a los estudiantes en la identidad nacional y en la conciencia histórica sobre este país”.

Seminario Conociendo nuestra Independencia Nacional, julio 2011.
“Nosotros no conocemos el contexto escolar y si queremos llegar a él tenemos que entrar en un diálogo con los profesores, pero en un diálogo de profesionales, porque quizás hay un prejuicio por el cual podríamos pensar que el profesor de colegio es menos profesional que otros. A veces ellos han sentido que los miran como profesionales de segunda categoría, porque viven en un mundo de educación pública con sueldos bastante más bajos. Pero son personas que tienen 20 ó 30 años enseñando a alumnos. En ese sentido, tienen una experiencia sumamente valiosa y tratan de hacer operativas muchas cosas que nosotros escribimos en libros. Nosotros escribimos para una comunidad académica profesional y ellos son los encargados de traducir eso a un nivel adecuado a los chicos que tienen delante. Esta es una labor importantísima”.
El profesor Cosamalón advierte que los profesores de colegio se han distanciado del mundo de los especialistas (en este caso los historiadores) y que los cursos de actualización que ocasionalmente les ofrecen no toman en cuenta sus intereses temáticos. “Esto es lo que el proyecto intenta resolver. Es decir, la agenda de lo que los profesores deben saber para organizar sus clases no la ponemos nosotros sino ellos mismos: qué cosa les falta, qué necesitan o qué quieren saber. Nosotros los ayudamos a ubicar los contenidos que corresponden a esos temas, estableciendo una guía de consulta sobre fuentes válidas (textos, páginas web, videos, etc.) para que los profesores tengan una pauta informativa más amplia y validada por la especialidad de Historia”.

Sesión de evaluación con los profesores y profesoras de Independencia.
“Esta es una experiencia que ha interpelado la formación de la historia en la universidad. En general, siento que ha habido siempre una mirada como distante acerca del mundo de la educación pública porque normalmente el mercado en el que se mueven los estudiantes PUCP es el de la educación privada. Quienes participaron desde un inicio encontraron que sí había profesores que dentro de sus limitaciones intentaban hacer bien las cosas y que esa imagen que dejaba el gobierno de que los profesores no querían ser evaluados o que eran “ociosos” era quizá un estereotipo. Quizás haya algunos, pero también los hay quienes intentan llevar una educación de cierta calidad a quienes tienen adelante. Han sido estos profesores quienes valoraron mucho que sean chicos de la Universidad los que hayan ido hasta Independencia”.
Muchas especialidades universitarias tienen proyectos de desarrollo de la comunidad. “Los historiadores menos. Me pareció que con este proyecto un estudiante de historia puede sentir que lo que conoce y lo que ha aprendido le puede ser útil a otro, mas allá de los aspectos puramente académicos, para lograr que la calidad educativa mejore”.

Evento de presentación de los trabajos de alumnas y alumnos sobre la historia del distrito de Independencia.
“La escuela pública es la institución que debería tener el rol más importante en la construcción de este país pero hoy está muy golpeada. Y esa es responsabilidad de todos. La escuela pública no es solo responsabilidad del Estado. La PUCP tiene infraestructura , recursos, capacidades, etc. que permiten desarrollar una formación de gran calidad. Esto es una responsabilidad para las especialidades, para que lo que formamos aquí se vuelque en beneficio de otros”.
Para el profesor Cosamalón, el punto mas importante es que “hay que ir a buscar a los profesores, porque ellos no van a venir aquí, pero implica que la gente salga. Eso es lo más difícil: salir. Para los alumnos lo más importante ha sido el contacto con la realidad. Acá estamos encerrados en el mundo de la academia y cuando sales te das cuenta que la enseñanza de la historia del Perú sigue siendo bastante cuestionable y que hay que mejorar muchas cosas”. Y ese salir brinda una oportunidad inmejorable para el contacto humano. “A mi me da gusto ver a chicos de la Católica trabajando con personas de una comunidad, organizando cosas, moviendo sillas, etc.” dice con mucha satisfacción.
Uno de los aprendizajes que extrae de la experiencia es “autocorregir la propia soberbia intelectual que uno puede tener en el sentido de que los historiadores no somos necesariamente los que manejamos la historia de este país. También están los profesores y tenemos que aprender a establecer un diálogo horizontal con ellos, porque son licenciados, tienen maestrías, son graduados universitarios tan igual como lo soy yo o lo es otro”.
“Historia para Maestros” es una muy interesante iniciativa por la cual el profesor Jesús Cosamalón obtuvo el Premio a la Responsabilidad Social para Docentes en el año 2011, reconocimiento que otorga la PUCP a través de la Dirección Académica de Responsabilidad Social, DARS.
Un proyecto con buen ángel
Juan Carlos Crespo, docente auxiliar del Departamento de Humanidades y profesor a cargo del curso de Deontología e Historia, es asesor del proyecto “Historia para Maestros”.
“Este es un proyecto que marcha muy bien. Tiene buen ángel”, nos dice sonriente el profesor Juan Carlos.
“Muchas veces nosotros mismos caemos en el prejuicio de que los maestros de escuela no sirven para nada. (Con el proyecto) hemos encontrado gente con vocación, con liderazgo, gente que probablemente no tiene el reconocimiento social, no tiene los recursos con los cuales pudiera trabajar mejor (…) pero no podemos decir que no tienen vocación porque la han puesto a prueba en el trabajo mismo”.
El profesor Crespo recuerda que cuando era estudiante en la Facultad de Letras, tuvo la oportunidad de ser profesor de colegio en el Liceo Naval Almirante Guisse. “Reencontrarme con ese ambiente y ver estos profesores me hace pensar que esto no puede quedarse allí porque, por el liderazgo que tienen, estos profesores son los llamados a continuar la difusión de este trabajo. Estamos contribuyendo a formar un grupo que va a desencadenar una tarea mayor. Si involucramos a la familia en esta mística el resultado será tantísimo mejor. El asunto convoca más allá de los temas específicos”.

Alumnos presentando su trabajo al público.
Acompañar el proyecto desde el curso “Deontología e Historia” (actualmente a su cargo) le permite ver que los beneficios son compartidos. “Los estudiantes se relacionan con los profesores en forma totalmente horizontal, aprecian mucho la capacidad pedagógica de los maestros que ellos no tienen y el profesor aprecia la posibilidad de actualización que ellos encarnan. Realmente se ha creado una relación muy bonita”.
“Esta es una oportunidad extraordinaria por el valor formativo que tiene para los alumnos, el cual se desarrolla en un curso que precisamente trabaja el tema de la dimensión ética del trabajo intelectual en historia. Vamos a seguir en esta línea porque ellos y ellas le encuentran sentido”.
Re-descubriendo la importancia de nuestra labor
Félix Ataucure y Natalia Acuña son dos profesores participantes de “Historia para Maestros”. Trabajan en el colegio 3052, “El Técnico”, del distrito de Independencia. Además, son integrantes del Círculo de Interaprendizaje Docente.
«Haber establecido una alianza con la DARS e Historia Para Maestros ha significado para nosotros un logro como Círculo, porque significó mayor cobertura hacia otros espacios y a partir de ello asumir nuevos retos».
«El mayor aprendizaje creemos que fue la experiencia del concurso Historia del distrito de Independencia con los estudiantes de diferentes instituciones porque los protagonistas fueron ellos: participaron directamente en todas las etapas, recibieron las instrucciones, contaron con el apoyo de sus maestros y también, el de estudiantes de la Católica, lo cual les motivó más. Investigaron y recopilaron la información, elaboraron los trabajos y los presentaron al público, con lo cual se sintieron importantes por el interés que generaron.

Alumnas explicando detalles de su investigación.
Esta experiencia significó para nosotros revalorar y redescubrir la importancia de nuestra labor como docentes, la cual, con un poco de esfuerzo, motivación y creatividad, puede mejorar la calidad de vida de las personas a partir de descubrir y fortalecer su identidad y el conocimiento de su realidad.
Todas las opiniones de los alumnos y alumnas son positivas, lo cual es muy motivador. Todos los que han participado directamente en esta experiencia están muy contentos porque han conocido aspectos que desconocían dentro de su contexto local, han ganado experiencia en estrategias o técnicas de recopilación de información. Vemos que ahora son más comunicativos y lo más rescatable es que se han identificado con su distrito; tanto que incluso defienden el proceso de desarrollo que está logrando y aceptan que falta mucho por hacer.
Una experiencia para tender puentes
Juan Miguel Espinoza, coordinador del proyecto “Historia para maestros”, dice: «desde el inicio del proyecto, me he encargado de las coordinaciones entre los voluntarios universitarios y los docentes de escuelas públicas. Al inicio, los profesores venían a la PUCP y las comunicaciones eran, principalmente, por correo electrónico. Cuando, empezamos a trabajar con más docentes, esto se hizo más complicado, porque no era fácil conciliar los horarios de todos y no era suficiente la comunicación electrónica. Entonces fue necesario ir a buscarlos para estar con ellos en sus escuelas. Por ello, desde el año 2011, me reúno una vez al mes con los docentes en un local del Inabif de Independencia y coordinamos el trabajo conjunto. Luego, las necesidades de los docentes se las transmito a los voluntarios para armar equipos que se encarguen de elaborar materiales de enseñanza u organizar las actividades que solicitan».
«Admito que ha sido una tarea compleja, pues las distancias son amplias, no solo en el aspecto geográfico, sino también en la forma cómo entendemos la historia. Afortunadamente, la comunicación con ellos y ellas me ha permitido conocerlos estrechamente y ser un amigo más del grupo. De tal manera, he podido entender y compartir su percepción de la historia, el funcionamiento de sus escuelas, las realidades de sus alumnos, sus expectativas y sus proyectos. Todo ello ha sido una experiencia que ha enriquecido mi ejercicio profesional al dotarme de nuevas perspectivas para entender el quehacer de un historiador: 1) la necesidad de la difusión del conocimiento histórico y 2) la importancia de que la historia sea medio para generar identidades afirmativas. No obstante, todo esto es, sobremanera, una experiencia humana que tiende puentes de confianza y afecto, lo que fortalece el compromiso para seguir trabajando por ellos y junto con ellos».
Historiadores por la educación de nuestro país

Milagros, Christopher y Maria Lucía.
“Lo más interesante de colaborar en Historia para Maestros es el hecho de estar en contacto con otra realidad, que es la de la educación escolar. Los historiadores no solemos ser conscientes de ella, ya que muchas veces preferimos trabajar para nosotros mismos y en un pequeño círculo académico. En ese sentido, el proyecto nos ayuda a conocer la dura labor de los profesores y nos invita a buscar facilitar su quehacer. Es nuestra pequeña colaboración para mejorar la educación de nuestro país”.
Milagros Valdivia, egresada de Historia y voluntaria de “Historia para Maestros” desde el 2009
“Entre los objetivos del proyecto Historia para Maestros se encuentra el de acercar la labor del historiador a las inquietudes y problemas de la sociedad actual. Luego de dos años de experiencia en el proyecto, puedo afirmar que no solo dicho acercamiento se concretó, sino que me mostró una realidad que jamás pensé encontrar: la enseñanza de historia en los colegios públicos. Participar en el proyecto me enseñó que existen profesores realmente interesados y preocupados por nutrirse de conocimiento actualizados; sin embargo, pocos son los que encuentran apoyo en su preocupación por perfeccionar su labor docente. Por ese motivo, el proyecto demanda que nosotros, historiadores, colaboremos con ellos, mediante la elaboración de materiales de enseñanza, con el objetivo de enseñar al estudiante, el futuro ciudadano, la verdadera realidad de su comunidad”.
Christopher Cornelio, egresado de Historia y voluntario de “Historia para Maestros” desde 2010
“Mi experiencia de trabajo en el proyecto de Historia para Maestros ha sido muy gratificante y enriquecedora, ya que me permitió conocer el interés que tienen los docentes en renovar los temas en la enseñanza de historia en colegios, y fomentar en los estudiantes el interés por la investigación como medio para conocer y valorar su historia”.
María Lucia Valle, egresada de Historia y voluntaria de “Historia para maestros” desde 2009
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No hay duda que el reconocimiento otorgado por la PUCP al profesor Cosamalón por la iniciativa “Historia para Maestros” alcanza a las y los estudiantes y docentes que han participado en el proyecto y que aún siguen comprometidos en su ejecución. Es una buena idea que además invita a ser pensada desde otras especialidades en las que trabaja la PUCP (geografía, literatura, matemáticas, psicología, etc.) y que tienen presencia en las escuelas peruanas, ese espacio de recreación de nuestra identidad y que requiere nuestra mayor atención.



