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Voces RSU | El Perú, las mujeres y la minería

Marcela Huaita Alegre
Docente del Departamento de Derecho
Ex Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables

El Perú es un país minero por excelencia. A pesar de ello, se sabe muy poco de la relación de las mujeres con las labores extractivas. El caso relevante que mejor expone esta relación es sin duda el de las mujeres seleccionadoras de mineral, más conocidas como “pallaqueras”, que por mucho tiempo han sido invisibles siendo su labor reconocida puntualmente sólo en algunas zonas de la provincia de San Antonio de Putina, Sandia y Carabaya del Departamento de Puno.

¿Cuántas son?, ¿dónde están?, ¿cómo están?, ¿qué necesidades tienen? son preguntas esenciales de índole social para intervenir en el diseño y en la gestión de políticas públicas que nos posibiliten apreciar la dimensión y las características de una realidad invisible e intentar plantear soluciones intersectando dimensiones de igualdad como Derechos Humanos, lucha contra la pobreza y gobernanza, así como de reconocimiento de nuestras diversidades de género y cultura.  Un reciente estudio sobre pallaqueras de Arequipa, Ayacucho y Puno (Orozco, Eto y Arista 2017, p.81), nos permite dar cuenta de esta realidad en las regiones de Puno, Ayacucho y Arequipa. Nos permite saber, por ejemplo, que las mujeres pallaqueras en su mayoría son bilingües, siendo el quechua la lengua materna de un 80% y el aymara de un 10%; que no es un fenómeno reciente pero que va en aumento; que si bien un tercio de ellas residen más de seis años en la zona donde trabaja, en Arequipa sube hasta el 52% de residentes con más de 10 años, en Puno en cambio el 78.3% tiene menos de 2 años en la zona; que el 86% sigue encargándose además de la preparación de alimentos y del lavado de ropa; que el 75% tiene ingresos menores al sueldo mínimo vital;  que para el 94% esta es su única o principal actividad económica; que el 87% usa quimbalete pero sólo un 4.4% tiene uno propio, el resto lo alquila o vende el material sin procesar; que si bien el 90% usa casco  más del 70% no usa ni guantes ni mascarillas ni lentes. En fin, un estudio que no sólo resulta importante socialmente, sino relevante para buscar respuestas en esos cursos de acción que son las políticas públicas, pero que también nos generan más interrogantes desde el mundo académico.

En efecto, la presencia de las mujeres en la minería artesanal no se da tan sólo en esas regiones, se da a lo largo y ancho de todo el país. Sin embargo sus condiciones de vida y de trabajo se conocen poco. Es un reto caracterizar mejor esta realidad para poder comprender también los desafíos a los que se enfrentan. Estamos seguras que desde la comunidad universitaria podríamos plantear estudios que no sólo nos permitan saber dónde y cómo están sino también contribuir a generar respuestas viables que repotencien su empleabilidad y emprendimientos, su capacitación en tecnologías limpias y, en general, su aporte económico no sólo a sus familias sino a la comunidad en general.

Hacerlas visibles es un primer paso, “salir al encuentro, buscar y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos” es el siguiente, como nos recordó recientemente Gustavo Gutiérrez en la Lección inaugural del centenario de nuestra querida PUCP. Las mujeres inmersas en la minería artesanal del Perú – país minero- no deben ser invisibles sino más bien deben gozar de sus Derechos Humanos a plenitud.

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