Voces RSU | La RSU como experiencia interdisciplinaria

Ana María Villacorta
Coordinadora del Convenio Reconstruyéndonos del área de Desarrollo Social
en La Garita, Chincha.

Diana Cribilleros
Asistente del Convenio Reconstruyéndonos del área de Desarrollo Social
en La Garita, Chincha.

La participación  de estudiantes y docentes en los proyectos de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es una oportunidad para complementar la formación académica universitaria integral que incorpora conocimientos y sensibilidades en relación con las tareas fundamentales de investigación, formación y compromiso público.

De esta manera, a lo largo del año académico, el equipo “Reconstruyéndonos” viaja al centro poblado La Garita (El Carmen, Chincha), lugar donde se desarrolla el convenio “Reconstruyéndonos: co-laborando para nuevos futuros”, ejecutado por la DARS desde el año 2008 y que involucra a estudiantes y docentes de diversas especialidades.

Una de las actividades que se realizan  son los talleres con jóvenes y niños, facilitados por dos grupos de estudiantes. Uno que facilita el taller con niños y niñas está conformado por estudiantes de la Facultad de Educación, la mayoría integrantes de la beca “Vocación maestro” promovida por el PRONABEC; mientras que los talleres con jóvenes son facilitados por estudiantes de diferentes especialidades: Sociología, Psicología, Artes Escénicas, Comunicación y Administración de empresas.

Además de los aprendizajes que suponen la participación en el proceso de diseño de la actividad a realizar, cada viaje le posibilita al/la estudiante un encuentro con una realidad diferente y una salida de su propio contexto, a veces como primera experiencia. Involucra, además, el encuentro y la convivencia entre estudiantes de diferentes especialidades, quienes también participan de espacios colectivos en los que intercambian experiencias y enfoques de trabajo desde sus respectivas especialidades.

Uno de estos espacios es la reunión de retroalimentación in situ después de realizar las actividades. Es un espacio horizontal que promueve la participación reflexiva a partir de las dificultades y aprendizajes de lo realizado y permite escuchar sugerencias a las propuestas realizadas en sus respectivos grupos. Es un espacio de confianza para compartir el trabajo realizado desde lo que funcionó, sorprendió o resultó difícil, en donde se permite reconocer y expresar sin temor que la teoría no siempre funciona, y que las dudas y contradicciones son parte de la ejecución de las actividades así como de todo proceso de aprendizaje. ¿Qué teoría puedo usar en momentos de caos? o ¿esto voy hacer toda la vida?, son reflexiones expresadas con espontaneidad, convirtiéndose este momento también en un espacio de soporte emocional frente a la experiencia del trabajo de campo.

La retroalimentación interdisciplinaria es un espacio donde se evidencian las diversas perspectivas disciplinarias sobre las problemáticas de La Garita que entran en diálogo. Es igualmente un momento de participación activa del equipo de la DARS —planteando temas específicos a trabajar, encauzando dudas, enfatizando la importancia de la participación de diversas miradas para entender la compleja realidad del país—; es un espacio donde se enfatiza  la responsabilidad que nos corresponde a todos y todas:  estudiantes, docentes, investigadores, activistas.