Voces RSU | Identidades trans

Marco Pérez
Miembro de Reforma Trans y de GPUC

Adriana Fernández
Coordinadora de trabajo con estudiantes del área de Formación e Investigación de la DARS

El 17 de octubre del 2009 inició la campaña Alto a la Patologización Trans STP 2012, convocada por la Red Internacional por la Despatologización Trans. Es así como se iniciarían las manifestaciones y acciones en 40 países de diferentes regiones del mundo, con un solo objetivo: que sean retiradas de los manuales de diagnósticos de enfermedades mentales todas las referencias patologizantes hacia las identidades trans,  debido a que perpetuán y legitiman la discriminación y el estigma.

En el Perú, visibilizarte como transgénero, transexual, transfemenina, transmasculino, persona de género no conforme, persona de género no binario, hombre trans, mujer trans es cometer suicidio laboral y ser marcado con un estigma. La población trans ha sido históricamente rechazada e invisibilizada por el Estado y por organismos que deberían de trabajar por el bienestar de todxs lxs ciudadanxs y no sólo por quienes son considerados “verdaderos hombres o mujeres” o dignos de ejercer y gozar de sus derechos.

Diferentes acciones u omisiones de parte del Estado y/o la sociedad civil someten a las personas trans a procesos de deshumanización y patologización que les impiden ejercer sus derechos a la identidad, a la salud, a vivir una vida libre de violencia y el derecho a trabajar, entre otras.

La experiencia educativa, por ejemplo, es completamente distinta si eres una persona trans ya que existe una clara dificultad para desarrollarse profesionalmente como el resto de lxs estudiantes. El uso y visibilización de nuestros datos legales (nombre y sexo) durante la toma de asistencia, el uso de comedores y bibliotecas, la reserva de cubículos, así como nuestros derechos a votar para elegir a nuestros representantes estudiantiles o postular a un cargo de representación son vulnerados cotidianamente.

Desde la PUCP se está impulsando la Reforma Trans, que es una iniciativa de lxs estudiantes, que con el apoyo de profesorxs comprometidos buscamos hacer del campus universitario un lugar donde lxs estudiantes trans sean reconocidos, empezando por el respeto a su identidad de género y sus nombres identitarios en sus tarjetas de identificación (TI).

Actualmente el proceso de modificación de nombre en el TI está sujeto a un cambio de nombre en el DNI, lo que implica emprender un proceso judicial y cumplir requisitos que normalizan la visión patologizante de las identidades trans. Existen casos de personas trans que han conseguido el cambio de nombre en el DNI tras 8 o 10 años de proceso judicial, por lo que exigir esto es un acto que somete a las personas trans a una situación frustrante y violenta.

Se están empezando a escuchar cada vez más fuerte las voces trans dentro del nuestra casa de estudios, lo que es una pequeña muestra de toda una población que pide a gritos la restitución de sus derechos históricamente negados. Soy una de esas personas y estoy aquí pidiendo que no legitimemos la discriminación con la patologización, porque mi identidad trans no es una enfermedad, mi identidad trans es mi fuente de orgullo y motivación.

Nota: En esta columna utilizamos la x como lenguaje inclusivo para dar cuenta de todas las identidades de género.