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En la ceremonia RSU 2025, la PUCP reconoció a casi 300 integrantes de la comunidad PUCP —estudiantes, docentes, administrativos y organizaciones aliadas— y de organizaciones aliadas quienes desarrollaron iniciativas y proyectos de RSU durante el 2025. La Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) reafirmó el perfil formativo y público de la Universidad.
La responsabilidad social universitaria tuvo una gran noche el 21 de noviembre pasado, en el Polideportivo, con la Ceremonia de Reconocimiento a la RSU desde la PUCP 2025, acto que reunió a autoridades, aliados institucionales, agrupaciones estudiantiles y a los equipos responsables de iniciativas de RSU desde la PUCP. El evento tuvo un tono celebratorio y reflexivo: reconocer públicamente el trabajo realizado y reafirmar la apuesta institucional por la responsabilidad social, que busca fortalecer la agencia de todos grupos humanos involucrados, empezando por el estudiantado.
El rector de la PUCP, Dr. Julio Del Valle, destacó que “la responsabilidad social universitaria no es un añadido, sino una forma de entender a la universidad como un proyecto colectivo con vocación pública”, y subrayó la importancia de que la Pontificia Universidad Católica del Perú actúe como un agente transformador desde su perfil académico, ético y social.

«La responsabilidad social universitaria no es un añadido, sino una forma de entender la universidad como un proyecto colectivo con vocación pública”.
Julio del Valle, rector de la PUCP
La directora de la DARS, Dra. Nani Pease, explicó que, en nuestra Universidad, la RSU coloca la dimensión formativa en el centro: involucra a estudiantes, docentes y personal administrativo, y busca respuestas territoriales a problemas estructurales desde la colaboración multiactor. En ese marco, la ceremonia no solo premió proyectos, sino que puso en escena la lógica de “universidad en salida”, que guía la política institucional de vinculación con el entorno.
Ceremonia 2025: responsabilidad social universitaria en el Polideportivo
La apertura estuvo moderada por Delilda Arenas Montoya , Priscilla Pecho y Valeria Manrique (DARS) y la mesa principal contó con el Dr. Julio del Valle y la Dra. Nani Pease, y otros miembros de la DARS. En el evento, se entregaron reconocimientos a autoridades de la Municipalidad de San Miguel, a los alcaldes de San Bartolo y Santa María del Mar, así como a los representantes de Cáritas-Lima, la Asociación Fe y Alegría del Perú, entre otros. El formato combinó reconocimientos a alianzas externas, iniciativas territoriales (Barrio PUCP y RSU-Territorial) y proyectos ganadores del Fondo RSU desde la PUCP 2025, con la entrega de grabados simbólicos realizados por el estudio Vuelo Ámbar -de Diego Cabanillas y Giselle Adrianzén, artistas de la PUCP-.

«La responsabilidad social universitaria es expresión del compromiso ético de la PUCP de contribuir con la transformación social y la promoción del bienestar multidimensional de las personas”.
Nani Pease, directora DARS
En su intervención, la Dra. Nani Pease resaltó que “la responsabilidad social universitaria es expresión del compromiso ético de la PUCP de contribuir con la transformación social y la promoción del bienestar multidimensional de las personas”, reforzando la visión de la universidad como un actor clave en la solución de problemas sociales y ambientales.
La ceremonia se organizó en tres bloques: alianzas externas con instituciones del Estado, la Iglesia, la sociedad civil y coaliciones estudiantiles; estrategias de vinculación con el entorno, como Barrio PUCP y RSU-Territorial; e iniciativas desarrolladas a través del Fondo RSU desde la PUCP 2025 (unidades académicas, impacto social de la investigación, personal administrativo, docentes y estudiantes). La programación combinó discursos, entrega de reconocimientos y una breve intervención cultural del Centro de Música y Danza (Cemduc), que cerró el acto con una marinera norteña antes de la celebración en exteriores.
El peso institucional: DARS y la institucionalización de la RSU
Para poner en contexto la escala del trabajo, basta con ver algunas cifras de la DARS. Cerca de 300 personas fueron reconocidas en la edición 2025: 13 organizaciones externas y 15 agrupaciones estudiantiles entre quienes impulsaron coaliciones por la sostenibilidad ambiental y de género. Además, el Fondo RSU 2025 recibió 97 postulaciones y seleccionó 40 iniciativas en distintas modalidades (10 de estudiantes, 14 de docentes, 4 de personal administrativo, 4 de unidades académicas y 8 de impacto social de la investigación).
“Cada uno de estos proyectos, alianzas, esfuerzos, es una sólida y robusta gota de esperanza en el mar complejo de nuestro país. Lleva consigo las horas generosamente dedicadas al diseño, la planificación, la ejecución y la evaluación que cada uno de ustedes ha hecho de sus proyectos. Lleva consigo la conciencia de saber que merecemos un Perú mejor y que es posible soñarlo juntos y juntas.” Indicó la Dra. Nani Pease.
Esta institucionalización (orientación, acompañamiento y financiamiento) permite pasar de esfuerzos aislados a procesos sostenibles: la DARS actúa como marco que articula proyectos, facilita alianzas multiactor y garantiza que la formación universitaria dialogue con las necesidades territoriales. Es una apuesta por vincular docencia e investigación con impacto real y por reconocer la dimensión ética de la Universidad.
Impacto y ejemplos: algunas iniciativas que muestran el alcance de la responsabilidad social universitaria
Los proyectos reconocidos ilustran la diversidad y el alcance de la RSU: desde soluciones tecnológicas (EcoWayra, cinturón éolico de bajo costo; Pedaleamos energía, kit dinamo y app) hasta intervenciones sociales y educativas (Te Escucho 5K sobre salud mental, Embajadores de lectura, talleres sobre educación sexual integral). En lo territorial, iniciativas como Empoderamiento en comedores populares o EcoMesa Juntas (compostaje en ollas comunes) demuestran la orientación práctica y colaborativa de la acción universitaria.
El impacto social de la investigación también aparece con fuerza: proyectos que traducen resultados académicos en políticas o prácticas (epistemologías feministas aplicadas, sistemas de abastecimiento de agua para emergencias, catálogos etnográficos) muestran cómo el conocimiento universitario puede incidir en problemáticas concretas y en poblaciones específicas. Estos ejemplos confirman que la RSU combina formación, gestión e incidencia.
La ceremonia RSU 2025 dejó mensajes claros: la PUCP reafirma la RSU como sello institucional —vinculada a la identidad humanista y católica, y orientada por la colaboración— y se compromete a fortalecer alianzas, documentar prácticas y hacer seguimiento al impacto de los proyectos. En tiempos de desafíos sociales y retrocesos en derechos, la PUCP puso sobre la mesa la discusión sobre el rol público de la Universidad: no como actor aislado, sino como nodo que forma, investiga y gestiona en estrecho diálogo con comunidades, el Estado y la sociedad civil.
Nota original: PuntoEdu