Reflexiones de Gastón Garatea |Las cosas que vemos y no quisiéramos ver

Por Gastón Garatea

En estos últimos tiempos estamos, en buena parte del mundo, sometidos a una especie de castigo colectivo. Las noticias que se nos dan sobre lo que pasa en nuestros propios países son, ciertamente, lamentables, escandalosas, y hasta nos dan vergüenza.

La corrupción, la falta de seguridad ciudadana, la mentira, la insolencia de los delincuentes de cuello y corbata y la de los que usan camisa sport, nos muestran cada domingo un espectáculo que nos gustaría de otra manera.

Pero esa es nuestra realidad y está bien que nos moleste. Son cosas que suceden, a veces exageradas y otras veces disminuidas. Nos sentimos inseguros, nos da miedo encontrarnos con los corruptores -que los hay de toda estatura y capacidad-, nos da miedo que aparezca un pariente nuestro en la colada, nos atormenta el pensar que no se puede hacer nada para parar esta tromba perniciosa.

Sin embargo, sí se puede hacer algo. Nosotros los privilegiados que vivimos en un ambiente más sano que el corriente tenemos medios para protegernos. El tema es cómo fortalecemos nuestra propia moralidad. No podemos pensar que lo importante es ser “vivos” o “aprovechadores”, sino que estamos en un lugar en el que se puede pensar en el Perú como una tarea por hacer.

Estos es difícil pues no todo el mundo piensa de esta manera, pero es urgente que nosotros nos fortalezcamos de verdad. Tenemos que ser conscientes de que también somos frágiles y con defectos. No podemos dejar las cautelas de lado. Tengo que saber cómo es mi país y lo que yo le puedo dar, ya que me ha dado tanto.