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Campus sostenible | Hacia un campus más ecoamigable

Como parte de la iniciativa Campus Sostenible, el Grupo de Apoyo al Sector Rural y el arquitecto Martín Wieser han planteado una serie de propuestas para reducir el consumo de energía y agua en las instalaciones universitarias. Conozcámoslas.


La estrategia institucional Campus Sostenible, coordinada por la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) en estrecha colaboración con el Vicerrectorado Administrativo, viene avanzando a paso firme.

Esta plataforma de colaboración articula a múltiples unidades e investigadores de la PUCP con el objetivo de orientar, conectar e implementar los esfuerzos institucionales con el fin de ejecutar los desafíos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en nuestro campus universitario.

Dicha iniciativa se ve reforzada por la puesta en marcha de los Cafés Sostenibles. Estos espacios congregan a los actores involucrados en las diferentes acciones de sostenibilidad que se vienen trabajando para exponer los avances y discutir, intercambiar, y coordinar las ideas y acciones vinculadas a Campus Sostenible. 

En julio de este año, se realizó un Café Sostenible donde se expusieron las propuestas para promover el uso sostenible del agua y energía en el campus, de la mano del Grupo de Apoyo al Sector Rural (GRUPO PUCP) y del arquitecto Martín Wieser. 

Por un manejo más eficiente y limpio del agua y energía

El GRUPO PUCP expuso la necesidad, en primer lugar, de mejorar nuestros hábitos y costumbres como comunidad para el uso eficiente de recursos. A su vez, expuso dos importantes propuestas con miras a tener un consumo menos contaminante de electricidad y agua en la Universidad

La primera de ellas contempla la instalación de paneles fotovoltaicos capaces de alimentar la red interna universitaria. De acuerdo con estudios previos, un lugar posible para colocar estos paneles son todas las áreas techadas de nuestros edificios. Otra alternativa podría ser el Tontódromo, con el objetivo de cubrir principalmente el consumo en horario de oficina, por la alta demanda energética del campus durante el día. Esta propuesta, además de representar una transición hacia fuentes energéticas más limpias, apuesta por contar con un sistema de generación independiente para seguridad energética y ser un espacio de aprendizaje tanto para personal técnico PUCP y estudiantes de nuestra casa de estudios.

La segunda iniciativa propone que el agua que se consume en la PUCP sea tratada dentro del mismo campus, utilizando métodos y tecnología con menor impacto ambiental y económico.

“Este tratamiento del agua utiliza filtros físicos, como arena, grava y carbón activado, e involucra plantas, por lo que es de bajo costo y no genera olores desagradables ni presencia de mosquitos».

Verónica Viñas, ingeniera agrónoma e investigadora del GRUPO PUCP. 

La mencionada propuesta supone la instalación de un modelo de sistema de humedales artificiales, que permite remover nutrientes de las aguas residuales mientras se aprovecha la interacción entre microorganismos, medios filtrantes y vegetación. 

Asimismo, Viñas indicó que esta iniciativa es un gran aporte para reducir el consumo de agua en nuestro campus y, además, con un adecuado mantenimiento, puede proporcionar un área verde que favorece a la estética del paisaje.

Menos aire acondicionado, más confort térmico 

Por su parte, Martín Wieser, arquitecto e investigador del Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (CIAC), expuso sobre el potencial de ahorro energético en el campus de la PUCP a partir de la reducción del consumo eléctrico de los sistemas de aire acondicionado, asegurando a su vez el confort térmico de los ocupantes.

«Si se evita la exposición al sol en verano y se ventila adecuadamente, es muy probable que el aire acondicionado solo sea necesario por unas pocas horas, cerca del mediodía, en los meses más calurosos del año. De aplicar estas iniciativas orientadas a optimizar el diseño de las edificaciones de la PUCP, no solo se reducirán las emisiones de CO2, sino también habría un ahorro sustancial, que podría sumar cientos de miles de soles al año”.

Martín Wieser, arquitecto e investigador del Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (CIAC)

De acuerdo con Wieser, el diseño ideal de las edificaciones para reducir al máximo el uso de aire acondicionado debe considerar cuatro puntos principales: 

  • Incorporar aislamiento térmico en los techos para evitar que se transfiera el calor proveniente de la radiación solar
  • Garantizar una buena ventilación natural 
  • Impedir que el sol ingrese por las ventanas. Esto se consigue al orientarlas adecuadamente o protegerlas con parasoles.
  • Programar correctamente el termostato del sistema de climatización según la temporada del año (entre 25°C y 26°C en verano, y alrededor de 20°C en invierno)

Es importante destacar que en el distrito de San Miguel, donde nuestro campus se ubica, las temperaturas suelen ser bastante moderadas y en muchos casos no se requiere el uso de aire acondicionado.

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