#VocesRSU | La respuesta frente a la situación de emergencia desde la Responsabilidad Social Universitaria (RSU)

Lars Stojnic
Jefe del área de Formación e Investigación Académica DARS

El objetivo de la RSU, como uno de los quehaceres transversales y prioritarios de la PUCP, es fortalecer nuestro compromiso con el cambio social en favor del bienestar de la ciudadanía; particularmente de aquellas poblaciones y comunidades en mayores condiciones de vulnerabilidad. Esto significa el involucramiento institucional en diversos procesos que nos permitan aportar, de manera activa y responsable, a la confrontación de problemas estructurales.

Debido a esta apuesta  nuestra universidad viene desplegando, actualmente, diversas acciones en respuesta a la emergencia que el país enfrenta debido a las fuertes lluvias y huaicos. En coordinación y cercana colaboración con gremios y representantes estudiantiles y diversas unidades académicas y administrativas, la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS), viene promoviendo estas acciones de respuesta en el marco de los principios fundamentales que sostienen el enfoque RSU.

En primer lugar, se apuesta por formas de respuesta que sean organizadas y pertinentes. En tal sentido, se promueve que los recursos institucionales, así como los saberes y la disposición solidaria de estudiantes, docentes y administrativos, se canalicen a través de acciones que faciliten el diálogo con las poblaciones más afectadas por la crisis y con las instituciones estatales que lideran la respuesta nacional. De esta manera, se busca garantizar que nuestra respuesta institucional se coloque al servicio de las necesidades y las demandas reales, promoviendo formas de encuentro y de relación entre la sociedad y la universidad democráticas y horizontales; que se sustenten en el respeto y el reconocimiento positivo de los saberes y agencia de las poblaciones, comunidades e instituciones con las que nos vinculamos.

En segundo lugar, se apuesta por el fortalecimiento del Estado. Reconocemos que en situaciones de crisis son justamente sus instituciones las que cuentan con las mejores condiciones para garantizar la ayuda requerida por las poblaciones afectadas. En tal sentido, promovemos que todas las acciones en cada una de las cuatro fases de respuesta ante la emergencia (Ayuda humanitaria, Brigadas logísticas, Brigadas especializadas y Reconstrucción) se lleven a cabo en coordinación con el Estado.

Finalmente, reafirmamos nuestra apuesta formativa en aras de que los diversos actores de nuestra comunidad universitaria – estudiantes, docentes y administrativos – reforcemos una praxis ciudadana responsable, solidaria y empática. En tal sentido, y por un lado, se han promovido y se seguirán promoviendo espacios de desarrollo de capacidades de todas y todos aquellos miembros de la comunidad universitaria que deseen participar como voluntarias y voluntarios en las actividades institucionales. Desde un enfoque de gestión de riesgos, se plantea que las personas interesadas en sumarse como voluntarias puedan tener acceso a información indispensable en situaciones de crisis y de emergencia para realizar de mejor manera las labores requeridas en estos casos. Entre otros temas que se vienen trabajando con respecto al cuidado de los vínculos que se establecen con las comunidades afectadas y las instancias con las que se coordina; de auto cuidado, para garantizar la propia seguridad y potenciar nuestras posibilidades de aporte; y de reflexión sobre cómo condiciones de tipo social y político llevan a que los fenómenos naturales que se vienen dando, terminen convirtiéndose desastres.

Adicionalmente, resaltamos la importancia de apostar por el trabajo colaborativo con los gremios y representantes estudiantiles y del acompañamiento de las actividades de apoyo desplegadas en estos días. Estamos convencidos de la capacidad para aportar e incidir de las y los estudiantes, pues son  agentes de transformación social que, a través de estos procesos, fortalecen su praxis ciudadana.