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Voces RSU | Acuerpándonos desde los feminismos

Aracely Villasante Beteta
Estudiante de la especialidad de Comunicación para el Desarrollo. Integrante del colectivo Manada Feminista. Activista feminista.

Nora Cárdenas Farfán
Jefa del área de Desarrollo Organizacional de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS)

El feminismo es una apuesta ética, política, personal y colectiva. Es un espacio en construcción y transformación permanente, de búsqueda constante de reconocimiento de nuestras múltiples identidades. Es también una forma de resistencia al poder que se establece en los diferentes espacios que habitamos.

En el mundo actual y en la PUCP los feminismos transitan espacios e historias. Se recrean constantemente a la luz de los nuevos debates y por muchas formas de hacer los feminismos desde las calles, nuestros cuerpos y nuestras subjetividades. En este camino es importante aceptar y reconocer nuestras diversidades  y reconciliarnos de manera individual y como sociedad.

Somos la suma de muchas manifestaciones, de muchas historias, de muchas identidades;  donde lo étnico, lo racial, el género, entre otros, van dibujando nuestras vidas y nuestros cuerpos. Transitar este camino para incorporar las múltiples identidades en nuestros discursos, en nuestro activismo, en nuestro día a día, es una apuesta de una verdadera transformación.

Promover movimientos específicos desde nuestras diversidades no es separar las luchas ni las agendas,  por el contrario es reconocer que el poder que se ejerce sobre nosotrxs no nos afecta  a todxs de la misma manera. Por ello, es necesario primero visibilizar las diferencias para que ellas no se conviertan en desigualdades  y desde ahí tejer las redes de soporte colectivo que generen sororidad y nos inviten a sentirnos en el/la otrxs, acuerpándonos desde nuestras historias.

En este sentido, la importancia de una mirada de género interseccional o de un feminismo interseccional es una invitación a visibilizar las múltiples identidades que enriquecen nuestras vidas; a cuestionar los modelos impuestos de ser mujer; y a proponer nuevas formas de vivirnos y sentirnos. Es quitarnos el miedo colectivamente y recuperar los espacios territoriales que de hecho habitamos.

Esto supone también revelarnos ante todas las formas de opresión y cuestionar los privilegios que tenemos, que muchas veces generan desigualdades y brechas que desconocen al otrx. Invisibilizar esas diferencias, esas luchas y las injusticias que enfrentan día a día nuestrxs hermanxs, impiden la construcción de agendas y espacios comunes en los feminismos.

El mes de la diversidad es un espacio para reconocernos en nuestras diversidades, entrelazar nuestras historias y reivindicar todo lo que nos hace únicxs y diferentes. Es también un espacio para construir diálogos horizontales, seguros  y que propongan debates que acerquen nuestras realidades y nuestras luchas al debate político y académico. De esta manera, desde la PUCP y en el mes de la diversidad aportamos al debate y la construcción de los feminismos.

¡Que nos detengan, que somos feministas, diversas, distintas y no nos pueden controlar!

Nota: En esta columna utilizamos la x como lenguaje inclusivo para dar cuenta de todas las identidades de género.

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