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Voces RSU |La violencia nuestra de cada día

Sergio Saravia López
Asistente del área de Formación e Investigación Académica
Dirección Académica de Responsabilidad Social

“…Esos cuervos son cobardes, escénicas full maricón. Quiero quemar la brutería, que vengan sus cachimbas para hacerlas gozar…”
Barra escuchada durante las Interfacultades 2015

La violencia de género y la discriminación siguen siendo problemáticas prioritarias que aquejan a la sociedad peruana. La PUCP no es ajena a esto, y dentro de nuestro campus universitario, cotidianamente, y de manera naturalizada, acontecen diversas formas de violencia que restringen nuestra apuesta por generar un campus inclusivo para todos y todas. Reconocer esto, como comunidad universitaria, es el primer paso para poder generar cambios y hacer de nuestro campus un espacio más seguro y habitable.

En tal sentido, es prioritario preguntarnos sobre la forma en que nuestra convivencia se desarrolla durante actividades institucionales regulares, como, por ejemplo, los Juegos interfacultades y las Cachimbadas. Estas actividades, reconocidas como momentos importantes de nuestra vida institucional que buscan promover la integración y construcción del sentido de comunidad, terminan siendo espacios de reproducción y naturalización de formas diversas de violencia. Así, se presentan como los momentos en que diferentes manifestaciones de este tipo pueden hacerse visibles y explícitas a través de cánticos de barras de contenido sexista y homofóbico o insultos que aluden al origen étnico-racial o la profesión.

Debido a la importancia de confrontar estas situaciones, diversos grupos de estudiantes organizados que trabajan temas relacionados a la diversidad sexual vienen colaborando comprometidamente para fomentar el cuestionamiento y la confrontación de esta problemática, alzando su voz de protesta, denunciando estos actos ante las autoridades y a los representantes estudiantiles, y fomentando propuestas de acción institucionales. Así, en el 2015, la Federación de Estudiantes de la PUCP (FEPUC), los Centros Federados y de Estudiantes, firmaron un “Pronunciamiento y compromiso de no violencia y en contra de la homofobia y el sexismo en Interfacultades” y coorganizaron la campaña “La violencia no juega” junto a la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS). Esta campaña buscaba aportar a generar un clima institucional de convivencia basada en el cuidado mutuo, el buen trato, el respeto entre los miembros de las distintas facultades, y por ende, contribuir con una comunidad universitaria más inclusiva, libre de discriminación y violencia en las relaciones entre sus miembros.

Este año, la campaña tuvo mayor alcance, sumando la participación de un número mayor de autoridades universitarias y oficinas como la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAES), Servicios Deportivos y la Defensoría Universitaria. Además, el trabajo colaborativo entre los Centros Federados de Ciencias Sociales y Humanidades, colectivos como Manada Feminista y GPUCP, la FEPUC y la DARS permitió dar un paso importante respecto a visibilizar y erradicar la violencia detrás de los cánticos de las barras. Así, se logró que el “Reglamento de barras de las Interfacultades” incluya sanciones para aquellas que utilicen agresiones verbales que descalifiquen a los demás competidores por razones de género, orientación sexual, origen étnico racial y/o profesión. Esto solo es un primer paso que nos conduce a realizar acciones que fomenten una convivencia cotidiana, que promueva el bienestar de las personas, la calidad de las relaciones entre las mismas y el reconocimiento y valoración de las diferencias. De esa manera, generar una comunidad universitaria justa, democrática, libre de discriminación y violencia en todas sus formas y manifestaciones.

Esto, sin duda, no podrá lograrse sin el trabajo articulado y permanente de los y las estudiantes con los espacios institucionales que están comprometidos con trabajar esta problemática. Son los y las estudiantes los actores políticos que tienen la capacidad de generar transformaciones respecto a los problemas que aquejan a nuestra sociedad y a la PUCP. Por esa razón, desde la DARS seguimos apostando por el trabajo colaborativo con ellos y ellas, porque consideramos que su participación es fundamental en la consecución de una universidad diferente. Estamos convencidos que la universidad no debe formar solo profesionales, sino también personas y ciudadanos comprometidos con ser parte una sociedad mejor.

Aunque queda trabajo por hacer, reconocemos y valoramos las apuestas que desde distintas organizaciones y gremios de estudiantes se hacen en pos de luchar contra la violencia. Nos alegra que existan estudiantes que no sean indiferentes frente la realidad que los confronta. Su compromiso es invaluable.

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